"El silencio después de un incendio es terrible"
Esta es una edición especial de la Bee. Una entrevista a la periodista, escritora y activista Eliane Brum. Un referente y ejemplo a seguir, como podréis leer. Hola, soy Toni. Gracias por leerme 💚
Número 235
¿Sabías qué...
...hace poco entrevisté a Eliane Brum?
Ella es una ejemplo a seguir, una súper heroína que merece ser la protagonista de esta edición de la BeeLetter. Así que esta semana vamos a cambiar la estructura “made in Bee” para traeros esta entrevista, realizada junto a Jaime Casas, de obligada lectura por sus respuestas y la visión que tiene de lo que está pasando, lo que deberíamos hacer, lo que no estamos haciendo, y en lo que nos hemos convertido.
"El silencio después de un incendio es terrible"
Periodista, escritora y documentalista, Eliane Brum es una de las voces más lúcidas y comprometidas de América Latina. Vive y trabaja en Altamira, en el Medio Xingú, uno de los epicentros de la destrucción amazónica, desde donde ha impulsado “Sumaúma”, una plataforma periodística que narra la Amazonia desde dentro, desde la perspectiva de sus pueblos. Su trabajo ha sido clave para denunciar el impacto ecológico y humano de la deforestación, el desplazamiento de comunidades indígenas y la pérdida de biodiversidad.
Amenazada de muerte, reconocida en 2020 como la reportera más premiada de Brasil y galardonada en 2021 con el prestigioso premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia, Brum ha publicado ocho libros y dirigido varios documentales. En 2024 se ha traducido al español “La Amazonia. Viaje al centro del mundo” (Salamandra), un testimonio urgente sobre el presente y el futuro del planeta.
Durante su residencia en Barcelona como parte del programa internacional del CCCB, Brum comisarió el ciclo de conversaciones “La selva es mujer”, que trajo a la ciudad voces fundamentales de la resistencia amazónica. También ha sido una de las asesoras de la exposición “Amazonias. El futuro ancestral”, que puede visitarse en el CCCB hasta el 4 de mayo y que nos invita a repensar el vínculo entre humanidad y territorio a través del arte, el pensamiento indígena y el activismo ecológico.
Su paso por Barcelona ha sido una oportunidad única para escuchar a quien ha hecho del periodismo una forma de estar en la selva y en el mundo.
• ¿Cómo se vive la destrucción de la selva desde la selva?
Vivir en la selva me ha dado una perspectiva diferente sobre la destrucción de la selva. Antes, cuando cubría los incendios desde São Paulo, la tragedia era abstracta y distante. Ahora la experimento como una pérdida personal. Es terrible ver la muerte de un ecosistema, la muerte de miles de seres vivos interconectados.
• Entiendo que ver la llamas no es lo peor.
El silencio después de un incendio es una de las cosas más terribles que he sentido. La selva se define por la interacción constante entre todos sus habitantes. Es de una alboroto vital increíble. El silencio representa la muerte de esa relación vital.
• Es difícil de imaginar.
Pero lo que me angustia es que en el norte global, la gente no conecte la destrucción de la selva con sus hábitos de consumo. La carne, la soja, el oro y otros productos que se consumen en Europa y China contribuyen directamente a la deforestación. La colonización y el capitalismo son las causas de esta crisis, ya que han fomentado una visión de la naturaleza como un recurso a explotar, en lugar de una entidad interconectada con la que coexistimos y de la que dependemos.
La colonización y el capitalismo son las causas de esta crisis, ya que han fomentado una visión de la naturaleza como un recurso a explotar, en lugar de una entidad interconectada con la que coexistimos y de la que dependemos.
• Todo está interconectado.
Por supuesto. Eventos climáticos extremos como las inundaciones provocadas por la DANA de Valencia a finales de octubre demuestran que la crisis climática ya está aquí, pero la gente no reacciona. No se habla de las causas de fondo como la industria de combustibles fósiles, que es responsable del 75% de las emisiones. Tampoco se habla de que las líderes indígenas que luchan para proteger la Amazonía están siendo amenazadas y asesinadas. La lucha en Europa, donde se deberían tomar medidas para detener la deforestación, es débil, es apática.
• ¿A qué se debe esta falta de conciencia? ¿Por qué cree que la gente no reacciona ante lo que está sucediendo?
El capitalismo nos ha reducido a individuos, ha destruido nuestro sentido de comunidad haciéndonos creer que solo podemos actuar individualmente. Y la respuesta a la crisis climática solo puede ser colectiva. El capitalismo nos ha desconectado de nuestra propia supervivencia, haciéndonos perder el instinto de protegernos ante una amenaza, de ahí nuestra falta de reacción. En la selva, cualquier ser vivo reacciona inmediatamente ante el peligro, pero los humanos hemos perdido esa capacidad. El consumismo nos ha alejado del origen de las cosas, impidiéndonos ver las conexiones entre nuestros hábitos y la destrucción del planeta. Vivimos en un ritmo acelerado que nos desconecta de la naturaleza y de nosotros mismos, siempre tarde, siempre en deuda con el tiempo. Este ritmo no es natural ni humano.
El consumismo nos ha alejado del origen de las cosas, impidiéndonos ver las conexiones entre nuestros hábitos y la destrucción del planeta.
• Pero han conseguido que nos acostumbremos.
La gente no quiere renunciar a sus privilegios y cambiar su estilo de vida, a pesar de que es la única forma de evitar el colapso. Esta crisis ya está afectando a los más vulnerables, con el aumento de los precios de los alimentos, sequías, inundaciones y la amenaza de nuevas pandemias.
• ¿Hay solución? ¿El gobierno de Brasil o los organismos internacionales no pueden hacer más? ¿Por qué no hacen más?
La Unión Europea debería actuar de inmediato para detener los incendios y talas no aplazando la ley antideforestación. Los ciudadanos deberían presionar a sus gobiernos para actuar con urgencia. Por otro lado, Brasil tiene un papel crucial que desempeñar, pero el gobierno de Lula da Silva se enfrenta a un Congreso dominado por la derecha y la extrema derecha, que apoyan la destrucción del Amazonas.
La gente no quiere renunciar a sus privilegios y cambiar su estilo de vida, a pesar de que es la única forma de evitar el colapso.
•¿El presidente Lula podría hacer más?
Lula representa una izquierda que no ha evolucionado, que sigue promoviendo un modelo de desarrollo basado en la extracción de recursos naturales a costa del medio ambiente. Su gobierno, a pesar de no ser de extrema derecha como el anterior de Bolsonaro, continúa promoviendo un modelo de desarrollo que implica la construcción de carreteras y ferrocarriles en la Amazonía. Esta política es muy problemática porque, si bien busca el desarrollo económico, se realiza a costa de la naturaleza y facilita la entrada del crimen organizado en la selva. Ellos no saben cómo moverse en la densa selva, pero las carreteras les facilitan el acceso. Por lo tanto, aunque indudablemente Lula es una mejor opción que la extrema derecha, sus políticas de infraestructura vial contribuyen a la destrucción continua de la Amazonía. Incluso defiende personalmente la apertura de una nueva exploración petrolera en la Amazonía.
Una minoría de superricos son los responsables de la crisis, y los gobiernos actúan en su beneficio, no en el del pueblo. La certeza de futuras pandemias y la fragilidad de los sistemas de salud pública, exacerbada por la derecha y la extrema derecha, impactará de nuevo si no actuamos.
•¿Nosotros podemos hacer más?
Hay algo de una lógica aplastante: los países ricos deben financiar la protección de la Amazonía ya que son los principales responsables de esta crisis. Los avances hasta ahora son insuficientes. La lucha debe ser global y entender las conexiones entre el consumo en el norte global y la destrucción del Amazonas. Una minoría de superricos son los responsables de la crisis, y los gobiernos actúan en su beneficio, no en el del pueblo. La certeza de futuras pandemias y la fragilidad de los sistemas de salud pública, exacerbada por la derecha y la extrema derecha, impactará de nuevo si no actuamos.
•¿Que podemos hacer?
Imaginar. La imaginación es una herramienta poderosa para el cambio. Debemos imaginar otros mundos posibles y otras formas de vivir. Fomentar la imaginación para visualizar otros mundos posibles y acciones concretas. La imaginación es una herramienta poderosa para la acción política.
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Hasta aquí lo imprescindible. Espero que te haya gustado esta edición de la BeeLetter. ¡Nos leemos en 7 días!
La autora responzabiliza a: La colonización y el capitalismo son las causas de esta crisis (ellos son anonimos). Pero todo lo bueno, lo malo y lo feo es protagonizada por hombres. Por ahi menciona los super ricos, pero hay que responzabilizar a la plutarquia mundial (elite económica/tecnológica) que asumió en la transición del siglo. Conociendo la causa matriz, comparto que la imaginación debe crear una buena alternativa. Invito a ver mi reciente libro: Ordenamiento glocal... Ed. Dunken, 2023 y contactarme en tomasdarre@gmil.com pag. www.proyectodepais.com.ar Saludos cordiales